RENACER DE LA MAREA

RENACER……Si la obra artística viene a ser fiel reflejo de la personalidad de su creador, en el caso de ERNESTO KUTSCHER dicha correspondencia parece, a primeras, aplicarse sin mayores contratiempos. Una obra que, por un lado transmite rigor, que se impone desde una linealidad sobria y equilibrada.
Siendo Ernesto un artista que rescata de la materia, del cuerpo orgánico que la naturaleza le ofrece, la forma oculta, subyuga la intervención siempre diestra y criteriosa que este realiza en cada una de sus piezas.

DE.… Una obra que, por otro lado, dentro de su rigor formal, no nos habla de manera del todo develada, del todo abierta. Existe un componente de recogimiento, diría, hasta cierta continencia en la obra de KUTSCHER que imprime en esta un sello particularmente cautivador.
Como en toda obra que rehúye el arrebato o la experimentación formal como sostén básico, y se proyecta desde su materialidad propia y contundente, lo que aquí gravita es el lenguaje y el gusto con que este se maneja .
En el trabajo de ERNESTO el lenguaje se articula con un criterio, con un gusto, que si bien revela la instrucción y estudio, destaca por su discreción y mesura.
No hay grandes dimensiones formales que se presentan como sucintos, acaso privados, comentarios estéticos de pertinencia, sin embargo incontestables.

LA MAREA…. Ernesto se aparta de los estrépitos De la vida mundana , y en su caso bien podemos hablar de retiro: no podría ser de otro modo para un artista interesado en ir armando, en ir componiendo sus obras sin la menor prisa , atendiendo al ritmo secreto que cada cuerpo matérico , que cada conflicto estético sugiere.